Aparte del chiste malo, el caso es que todos hemos tenido restos de estos, o los que nos dedicamos a la repostería, siempre tenemos restos de cupcakes que no han quedado bien, copetes de bizcochos que han subido como si no hubiera un mañana, pues con este post, os doy algunas sugerencias para darle una segunda oportunidad a estos restos que no nos gustan y que se van a convertir en queridos.
Mi caso fue que probando una receta nueva de bizcocho de chocolate, me salio uno demasiado pequeño y ¿Qué podía hacer con él? Pues me fui a por mis cortadores, en este caso usé unos aros de emplatar, corté dos y me hice una mini tarta para regalársela a mi querida Antonia que está un poco pachucha la pobre y desde aquí le mando toda mi energía, Antonia es la madre de una amiga, bueno más que una amiga es casi como mi madre, y este fue el resultado.
La tarta era muy pequeñita pero contundente y estaba rellena de buttercream de praliné de avellana.
Aún me seguían quedando restos, fui a por otro cortador redondo, este más pequeño, e hice la misma operación, dos cortes y esta vez los rellene de nata vegetal.
Los siguientes restos ya no podía cortarlos más, al ser redondo el bizcocho no se aprovecha tan bien como si es cuadrado, así que lo trituré y lo mezclé con la buttercream que me había sobrado de la mini tarta.
También lo podéis hacer con queso crema o cualquier crema de chocolate tipo Nocilla que tengáis en casa, el caso es darle una segunda vida a nuestros bizcochos secos. Y con esta mezcla me hice unos cake pops, unos redondos con palito cubiertos de chocolate de cobertura y otros meti la masa en una cubitera que tengo en forma de corazón, si, esa de Ikea, los cubrí de fondant rosa, y parecen unos bombones. Que si le hacéis una cajita o lo metéis en una bombonera, tenéis un regalo estupendo y quedáis como reyes.
Os dejo el reportaje gráfico que se merece y espero que os guste y lo pongáis en práctica y me contéis que tal esa second life.
0 comentarios:
Publicar un comentario